Managua, Nicaragua (www.pastoralsiglo21.org) 20 de julio del 2018.- En el discurso pronunciado por el 39 aniversario de la revolución sandinista, el presidente de Nicaragua calificó a los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua de “golpistas” y los acusó de ser cómplices de fuerzas internas y externas para intentar derrocarlo.
El presidente Daniel Ortega dijo que la Iglesia intenta calmar la crisis solicitando elecciones anticipadas. Ortega llegó al poder después de que la Revolución sandinista de 1979 derrocó al dictador Anastasio Somoza y desde entonces, se ha reelegido ininterrumpidamente.
La situación en Nicaragua bajo el régimen de Ortega se ha visto caracterizada por violaciones a los derechos humanos, 351 fallecidos, incluidos niños y jóvenes, 2 mil heridos y una cifra incalculable de detenidos. La tortura, ejecuciones y detenciones arbitrarias son la razón por la que Ortega es acusado de crímenes de lesa humanidad. No existe la libertad de prensa y de expresión, los periodistas son amenazados y heridos en funciones.
La Conferencia Episcopal, mediadora y testigo del diálogo nacional para afrontar esta crisis, propuso a Ortega adelantar las elecciones generales para el 31 de marzo de 2019, sin que él pueda presentarse a la reelección.
Ortega expresó que cuando los obispos le hicieron esa propuesta, el 7 de junio pasado, dio por sentado que la Iglesia está comprometida con los golpistas. El Gobierno nicaragüense ha negado su responsabilidad y sostiene que es víctima de un golpe de Estado. Ortega propone elecciones en el 2020.