“Jesús prosiguió su camino hacia Jerusalén al frente de sus discípulos”,Lc. 19,28.
Monterrey, N.L. (www.pastoralsiglo21.org).-21 de noviembre 2018. Familiares, amigos y la comunidad parroquial de Jesús Nazareno, se reunieron la mañana de este miércoles, para decir “hasta luego” a quien fue su pastor por casi 30 años.
La Santa Misa, fue presidida por el Arzobispo de Monterrey, quien recordó a los fieles, que somos peregrinos, que Jerusalén celestial es nuestro hogar.
“Nunca se nos debe olvidar, que nuestro destino es llegar a Jerusalén, a la Jerusalén del cielo”.
“Jesús Nazareno a eso vino, para estar con nosotros, para abrirnos las puertas del cielo, las puertas de una esperanza”.
“Cuando un hermano muere, nos ayuda a recordar que estamos como peregrinos. Por eso, hoy le decimos al Padre Abramo, hasta luego, nos veremos en la nueva Jerusalén”.
MISERICORDIA, AMISTAD Y GRATITUD
“Hoy pedimos perdón al Señor en nombre del Padre Abramo, que como ustedes y como yo, quiso ser bueno, se puso en el camino de Dios; pero también como es natural en todo ser humano, pudo cometer equivocaciones, por eso rezamos por él, nuestro afecto le acompaña”, señaló Mons. Rogelio.
“Hoy nos reúne la fe y el afecto sincero, vemos en el Padre Abramo a un gran amigo, un compañero de viaje, un hermano”.
“Queremos darle gracia a Dios por la vida, por la presencia y la misión Sacerdotal del Padre Abramo”.
“Muchos de nosotros gozamos de su amistad sincera, muchos de nosotros percibimos en él, un hombre bueno, siempre amable, por eso le agradecemos a Dios; pero también, porque lo hemos querido y era nuestro hermano, por eso le pedimos al Señor que sea bueno también con él, que Dios sea misericordioso con él, que le dé aunque no lo mereciera, porque nadie merece el cielo por sí mismo, que le regale el cielo.
“Y nosotros que aún caminamos en este mundo, en un camino de conversión, aspiremos también llegar hasta Jerusalén”.
“¡Padre Abramo, nos vemos en Jerusalén!, ¡Que el Señor nos bendiga!”, concluyó.
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