Misa Solemnidad de los Santos Pedro y Pablo en la parroquia San Pedro Apóstol
Por Juan Pablo Vázquez Rodríguez
MONTERREY, N.L. (www.pastoralsiglo21.org).- 2 de julio 2018. El Arzobispo de Monterrey, presidió la solemnidad de los santos Pedro y Pablo, en la parroquia de San Pedro Apóstol.
Durante la homilía señaló: “Cristo quiso que Pedro fuera el número uno, el príncipe de los apóstoles y el Señor así lo quiso, no porque Pedro fuera el más dotado de cualidades humanas, sino porque el Señor igual que el resto de los apóstoles, lo miró y lo llamó, lo quiso, lo amó y le dio una misión”.
“El hombre débil, el hombre aveces temeroso, el hombre cambiante, se convierte en el hombre seguro, en el hombre confiable, porque Cristo con su gracia lo convierte en piedra solida, él que era débil, se hace fuerte, el que era cobarde se hace valiente, el que cambiaba de opinión cada rato, termina teniendo convicciones, ese es Pedro, la piedra en que Cristo quiso construir su Iglesia”, añadió.
LA IGLESIA CONTINUA SU MISIÓN
“Escuchamos una promesa, que le hizo el Señor: las puertas del infierno no prevalecerán contra la Iglesia, promesa dicha, promesa cumplida, casi dos mil años de nuestra Iglesia Católica que sigue adelante, pese a todo, a persecuciones a errores, a pecados nuestros a infidelidades, a pesar de todo la Iglesia sigue viva, gracias a la promesa hecha por Jesús, promesa dedicada a Pedro”, apuntó Mons. Rogelio.
Finalmente, el Arzobispo compartió: “Pedro y Pablo, murieron amando a Jesús, la muerte ya no fue razón del capricho del perseguidor, sino una ofrenda voluntaria, porque Pedro pudo huir de la muerte, Pablo también, sin embargo siendo fieles hacen de su profesión de fe, una confesión de fe, tenemos que estar alegres porque Cristo ha querido esta Iglesia cimentada sobre la fe de los apóstoles”.

Lic. En Comunicación y Desarrollo Organizacional Maestro en Métodos Alternos en Solución de Conflictos.
