Este 14 de agosto, en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, fieles de diversas comunidades parroquiales, familiares y amigos acudieron para dar gracias a Dios por el 25 Aniversario de un grupo de Sacerdotes de la Arquidiócesis de Monterrey.
La Eucaristía fue presidida por el Arzobispo de Monterrey, Monseñor Rogelio Cabrera López, quien convocó a los presbíteros a dar gracias, alegrarse y ser ministros de comunión, lo cual los lleva a respetar las diferencias, atender la invitación de Jesús de corrección fraterna y siempre rezar unos por otros.
“Felicidades hermanos sacerdotes y muchos días de estos, que Dios les bendiga y conserven siempre la alegría».
“La comunión dice el Papa Francisco, se parece a un poliedro donde se esperan partes totalmente distintas, donde cada uni siendo distinto se suma a la comunión eclesial, ustedes pueden ver a los sacerdotes aquí adelante, a los 11 que están celebrando aquí sus 25 años, cada uno totalmente distinto y que bueno, porque de esa manera enriquecen a la humanidad, a la iglesia y al presbiterio, creemos que la comunión es posible donde hay diferencias”.
«No se olviden que somos ministros de la comunión, la comunión debe respetar nuestras diferencias debe ser siempre recíproca y tiene que caminar de manera circular, no olvidando las recomendaciones de Jesús, corregirnos mutuamente con caridad, con cariño, que siempre busquemos la manera de estar de acuerdo y que desde luego, lo más importante es que siempre recemos y recemos juntos».
Finalmente añadió: «Felicidades y que Dios los bendiga”.
Antes de concluir la Misa, a nombre de los sacerdotes festejados, el padre Ariel Salazar, dirigió un mensaje lleno de gratitud.
«Decía San Agustín que cosa mejor podemos tener en la mente y pronunciar con la mente y sentir con el corazón y escribir con la pluma, que la palabra gracias. Gracias a Dios por tantas bendiciones otorgadas y plegarias escuchadas a lo largo de estos 25 largos, se dice fácil, pero no lo son, en un abrir y cerrar de ojos se va este tiempo rapidísimo y queremos agradecer a Dios de manera total, a nuestra Santa Madre que nos ha acompañado y nos seguirá acompañando».
Al finalizar la celebración, fieles, familiares y amigos se acercaron para felicitar a los presbíteros.
¡Muchas felicidades y nos unimos en la oración por su ministerio!
