McAllen, Texas (www.pastoralsiglo21.org) 20 de junio del 2018.- Los obispos de Estados Unidos y México han unido sus voces contra la política inmigratoria de Estados Unidos en la que se separan a los niños de sus padres, y han sido apoyados por el Papa Francisco.
Los obispos urgen a la administración del presidente Trump que deje de separar a los niños migrantes de sus padres, quienes buscan un alivio a las difíciles condiciones de vida que tienen en sus países de origen.
Exigen que se salvaguarde la integridad de las familias migrantes detenidas por las autoridades fronterizas.
“Estoy del lado de los Obispos de Estados Unidos. En estas cosas, respeto la postura de la Conferencia de Obispos”, dijo el Papa Francisco.
Mons. Gustavo García-Siller, Arzobispo de San Antonio, demandó mediante la red social Twitter que “los niños refugiados pertenecen a sus padres, no al gobierno u otra institución. Quitar los niños a sus padres es un pecado grave, inmoral y malo. Sus vidas ya han sido extremadamente difíciles ¿por qué nosotros (los Estados Unidos) los torturamos aún más tratándolos como criminales?
En un comunicado publicado el 19 de junio, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), los obispos establecieron que “las familias poseen una dignidad que les es propia y que no es fruto del estatus migratorio de sus integrantes sino de su propia naturaleza como célula esencial de la vida social”.
Lamentaron que “casi 2 mil niños migrantes han sido separados de sus padres en las últimas semanas”. RD