Monterrey, N.L. (www.pastoralsiglo21.org).- 4 de septiembre del 2021
El pasado miércoles 1 de septiembre entró en vigor la ley de latidos del corazón (“Heartbeat”), esta exige que los médicos busquen un latido fetal antes de poder realizar un aborto.
Con esta nueva ley que prohíbe el aborto a partir de seis semanas de gestación, Texas se une a la lista de una docena de estados con una legislación similar, que toma como referencia el periodo del primer latido de corazón de la nueva vida.
Antes de que se aplique esta ley, “era posible abortar en Texas aunque la situación era un poco más difícil que en otros estados. Se podía tener abortos hasta las 20 semanas, pero había otras restricciones que ya existían y hacían que el proceso fuera mucho más difícil, por ejemplo, ultrasonidos mandatorios, consejos que dan antes del aborto.
La ley texana ofrece incluso un subsidio de hasta 10.000 dólares a cualquier persona que denuncie a trabajadores del sector salud u organizaciones que ayuden a acceder a un aborto después de seis semanas. “Con esta ley, cualquier ciudadano puede empezar demandas contra las personas que están trabajando temas relacionados al aborto. Y no es sólo las personas que trabajen en las clínicas o los fondos del aborto: si un vecino, un amigo, un familiar, sospecha que una persona está en violación de esta ley, ayudando a alguien a llegar al aborto, o sólo dando información general sobre el aborto.
De esta forma, Texas se convierte en un bastión para la protección de la vida, de acuerdo a los promotores de esta ley, como el senador Bryan Hughes, quien considera que la Ley del Latido del Corazón es la legislación pro-vida más importante en el estado, y que será modelo para todo Estados Unidos.
Entre otras cosas, votaron a favor de invertir $ 100 millones en el programa Alternativas al aborto de Texas, que brinda asesoramiento gratuito, clases para padres, pañales, fórmula, capacitación en habilidades laborales y más.
Además, diferentes instituciones pro-vida se están acercando a las madres embarazadas necesitadas, ofreciéndoles información y recursos para ayudarlas tanto a ellas como a sus bebés.
La activista provida Abby Johnson, que vive en Texas, expresó que su organización seguirá brindando ayuda económica y material a las madres que más lo necesiten.
Al mismo tiempo, también dice que su ministerio And Then There Were None, puede ayudar a los ex trabajadores de clínicas abortistas a encontrar nuevos trabajos y recuperarse de las secuelas que les dejó trabajar en este ambiente.
Si bien hay mucho que hacer en esta materia, esta ley es un gran logro debido que se logra y un gran paso para una prohibición total de este cruel procedimiento en un futuro.
Lic. En Comunicación y Desarrollo Organizacional Maestro en Métodos Alternos en Solución de Conflictos.