El pasado 19 de febrero, el Padre Adrián Jerónimo Elizondo Peña, miembro del presbiterio de Monterrey, fue llamado a la casa del Padre, a los 47 años de edad. El padre Jero, como era mejor conocido, recibió la ordenación sacerdotal el 13 de agosto del 2005 y sus últimos 7 años de servicio ministerial los brindó como primer párroco en la comunidad de Santa Filomena.
Su familia, amigos, hermanos sacerdotes y el Arzobispo de Monterrey, externaron su mensaje de condolencias ante la partida del Padre Jero, reconocido por su gran corazón, al ser un pastor siempre al pendiente de los más pobres y marginados:
“Desde el Seminario aprendió a ver a Cristo presente en los más necesitados: capaz de ir a encontrarlo en los reclusos del área psiquiátrica, bañarlos, lavarles su celda, estar a su lado como hermano. Esto lo distinguió toda su vida: nunca tuvo miedo a ensuciar sus manos consagradas con tal de servir a Cristo en sus hermanos que lo necesitaban con un gran espíritu de servicio a flor de piel” escribió Mons. Rogelio Cabrera López en un comunicado enviado a la comunidad por el sensible fallecimiento del Padre Jero.
Hoy y siempre será recordado por ser un fiel testimonio del amor de Dios; muy arrojado, alegre y con buen sentido del humor, mostrando las características de un buen pastor.
Descansa en paz Padre Jero.

Lic. En Comunicación y Desarrollo Organizacional Maestro en Métodos Alternos en Solución de Conflictos.
