Por Juan Pablo Vázquez Rodríguez
Monterrey, N.L. (www.pastoralsiglo21.org).- 12 de julio 2018. La visita pastoral es una de las formas, confirmada por siglos de experiencia, con la que el Obispo mantiene contactos personales con los sacerdotes y con todos los miembros del pueblo de Dios. Es una oportunidad para reanimar las energías de los fieles, felicitarlos, animarlos y consolarlos; es también la ocasión para invitar a todos a la renovación de la propia vida cristiana y a una acción apostólica más intensa.
Mons. Rogelio, visitó esta vez la comunidad de Santa María de la Montaña, donde visito en sus casas un grupo de enfermos, tuvo oportunidad para visitar la capilla del Perpetuo Socorro, bendecir la capilla del Santísimo, realizar oración, platicar con los fieles y saludarles.
El Arzobispo también celebró la Santa Misa donde les invitó a mantenernos siempre unidos en a Dios por medio de la Iglesia y el prójimo:
“Cuando venimos a la Eucaristía convivimos con Jesús, cada domingo recordamos unas palabras de Cristo en el evangelio de San Juan: mi cuerpo es verdadera comida y verdadera bebida”.
“Hay otra manera de mantener viva la relación con Cristo, y es amando a nuestro hermano, al prójimo, Cristo ha querido que nos amemos, la parroquia tiene que ser una comunidad oyente, que oye la Palabra, que comulga, y también, fraterna, donde todos hacen lo posible por ser hermanos”.
Finalmente, Mons. Rogelio señaló: “Que Dios bendiga esta parroquia y esta comunidad cristiana y no olviden que la parroquia debe de ser como la esposa de Cristo, ya no me dirán Baal mío sino esposo mío”.
Lic. En Comunicación y Desarrollo Organizacional Maestro en Métodos Alternos en Solución de Conflictos.