Monterrey, N.L. (www.pastoralsiglo21.org).- 30 de mayo del 2021
Este domingo se llevó a cabo la celebración de la Santa Misa Exequial, en la cual familiares y amigos despidieron a Mons. Hernán Gerardo Zambrano Margáin, quien fue llamado a la Casa del Padre el pasado viernes 28 de mayo.
La Eucaristía, fue presidida por Mons. Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey, quien agradeció a todos su presencia y señaló durante la homilía que Mons. Hernán ya es testigo de la presencia de Dios.
“Nuestro hermano Hernán ha constatado eso que ustedes y yo vemos todavía cómo en un mal espejo la claridad divina, el amor inmenso y la misericordia”.
“Él ya es testigo de nuestro Padre Creador, de Cristo Redentor y el Espíritu Santificador”.
En su mensaje, el Arzobispo invitó a no dejar de pedir e interceder el Mons. Zambrano.
“Pedimos mucho por él, porque en nuestra humana fragilidad, ustedes, yo, Hernán siempre distamos mucho de lo que Dios quiere para nosotros, solos solo una aproximación a lo que Dios quiere”.
Mons. Rogelio, destacó, una de las muchas virtudes de Mons. Hernán.
“Quiero destacar una cualidad que el Señor le regalo a nuestro hermano Hernán, una cualidad muy sacerdotal, pero al mismo tiempo muy humana: la obediencia. Hoy la Palabra de Dios nos indica que la predicación del Evangelio tiene como finalidad ayudar a qué hombres y mujeres obedezcan lo que Dios ha mandado”.
“La obediencia que no es esa actitud servil, sino la conciencia de amor y de pertenencia”.
“Y esa virtud muy sacerdotal y muy humana, el Señor se la concedió a mi hermano Hernán. Yo le agradezco como su Obispo ese regalo de la obediencia que es de simpatía, que es de afecto sacerdotal”.
Lic. En Comunicación y Desarrollo Organizacional Maestro en Métodos Alternos en Solución de Conflictos.