Esta mañana he hablado con mi hijo quien tiene problemas en su escuela, y le he dicho: -Tú no puedes ser como un avioncito de papel que no tiene piloto, ni equipo, ni pasajeros a bordo; y le maneja quien quiere, vuelas corto, y por muy bonito que seas, caes rápido, te tiran y se olvidan de ti. Tú, hijo tienes que ser como el piloto del avión más grande que existe. Fui con uno de estos aviones de Polonia a México. ¡Era impresionante! Despegaba con fuerza, se elevaba majestuosamente rasgando los nubarrones y se mantenía firme contra las rachas del viento. Subía hacia el sol, hacia la libertad, hacia la paz, más arriba y más arriba…. El piloto no iba solo, sino con un buen equipo y con mucha gente a bordo. Esta fue su misión: llegar al destino con todos los que pusieron en él su confianza, al precio incluso, de dar su vida por ellos. Utilizó toda su inteligencia, no se echó para atrás, cumplió su misión y dejó un hermoso recuerdo que se mantiene vivo en mi mente, y me anima a emprender otro viaje e invitarte a ti y a muchos más a esta gran aventura.
+Alfonso G. Miranda Guardiola
(Elaborado a partir de un mensaje escrito de Monika Klimszak, polaca, en su vuelo hacia México, primavera 2015).