Ciudad del Vaticano (www.pastoralsiglo21.org) 5 de diciembre del 2018.- Durante la catequesis de la Audiencia General, el Santo Padre habló sobre las oraciones que hacía Jesús y que habían sido aprendidas de su madre, la Virgen María.
“Los evangelios nos presentan a Jesús como un hombre que rezaba. Si bien experimentaba la urgencia de predicar y de salir al encuentro de la multitud, buscaba momentos de soledad para rezar”, dijo.
La vida de Jesús estaba marcada por la oración, agregó, pues en algunas páginas de la Biblia “parece que es ante todo la oración de Jesús, su intimidad con el Padre, la que lo gobierna todo”:
“Para él, la oración era entrar en la intimidad con el Padre, que lo sostenía en su misión, como sucedió en Getsemaní, donde recibió la fuerza para emprender el camino de la cruz. Toda su vida estaba marcada por la oración, tanto privada como litúrgica de su pueblo. Esa actitud se ve también en sus últimas palabras en la cruz, que eran frases tomadas de los salmos”.
Los discípulos, añadió, “veían a Jesús rezar y tenían ganas de aprender cómo se hacía esto”:
“Jesús rezaba como cualquier hombre, pero su modo de hacerlo estaba envuelto en el misterio. Esto impactó a sus discípulos y por eso le pidieron: ‘Señor, enséñanos a rezar’. Jesús se convirtió así en maestro de oración para ellos, como quiere serlo también para nosotros”.