Monterrey, N.L. (www.pastoralsiglo21.org).- 19 de noviembre del 2021
Mons. Rogelio Cabrera López, participó en la Cátedra de Genética y Vida Humana, organizada por la Universidad de Monterrey (UDEM) con una ponencia titulada “La respuesta humana ante la pandemia COVID-19”, el pasado 19 de noviembre.
Mons. Rogelio inició su charla destacando la importancia que da la universidad a la vida y al arte, de cómo ayudan a tener una visión universal, pero resaltando el tema de la vida: “En esta ocasión, algo muy importante, es el tema de la vida y que han querido en esta ocasión verlo desde la gran dificultad que ha presentado la pandemia.”
“La humanidad, para cuidar la vida que siempre está en riesgo tiene tres circunstancias siempre dolorosas, la primera es la de la guerra, la segunda es la peste y la tercera la hambruna; tres realidades que ponen en riesgo la vida humana, y no solo la vida humana, sino la vida en general. Esta cátedra nos permite mirar este bien divino, este bien humano, este bien universal que es la vida; mirarlo en toda su amplitud, mirarlo siempre como ese don que Dios nos ha regalado y siempre con la actitud de agradecimiento a Dios por ella, y también desde luego, la acción o la responsabilidad que asumimos. Porque todo don, como es el don de la vida, primero se agradece en una actitud benevolente con Dios, pero también se convierte en una gran responsabilidad, nos deja muchas tareas en diferentes ángulos de la vida. tenemos que cuidar la naturaleza, pero de modo muy especial el cuidado de la vida humana que está en el centro de toda la creación.”
“Cuando Dios creó al hombre y la mujer consideró que el momento máximo de la creación. Al terminar de crear al hombre y la mujer dijo “Todo está muy bien”, de las demás realidades había dicho “Está bien”, está bien el mundo animal, está bien el mundo inanimado, está bien esta casa común para el ser humano, pero cuando creó a Adán y Eva, al hombre y a la mujer, el Señor mismo quedó maravillado de su propio milagro, porque dijo ‘Y todo estuvo muy bien’.
«Estamos viviendo esta realidad tan complicada que ha sido la pandemia, que ha tenido alcance universal, ha llegado a todas partes, ha sacudido a la humanidad, nos ha puesto en grandes preguntas, en grande desconcierto y en este asunto el Papa Francisco nos dio una clave para mirar la pandemia: primero, no es un castigo de Dios, la pandemia no es un castigo de Dios, el Señor quiso después del diluvio universal nunca castigar a los hombres ni con pandemias ni con guerras ni con diluvios, simplemente en ellas hay una resultante de responsabilidad humana, pero también hay algo que nosotros ni siquiera nos podemos ubicar sus causas.»
«La pandemia, pues, nos ha puesto a todos la conciencia universal, fíjense bien como el Papa nos preparó proféticamente para este acontecimiento, poco antes de que viniera el Covid-19, el Papa nos invitó en su exhortación Fratelli Tutti, todos hermanos, a tomar conciencia de que ni la religión, ni las opciones políticas, ni los estados financieros pueden ser la razón de división entre los seres humanos, que todos estamos llamados a construir fraternalmente el mundo a vivir la amistad social. Eso preparó el ánimo al menos del pueblo católico para mirar la pandemia en su tragedia y en sí dolor, pero nunca mirarla como un castigo de Dios, sino siempre como un Kyros, como una oportunidad que el Señor nos da para vivir la generosidad y la caridad.»
«Todos los problemas que tiene la humanidad como la guerra, como la peste, como el hambre, son para nosotros oportunidad de generosidad, es movernos, el Señor nos mueve a vivir la caridad, y así hay que mirar esta pandemia en medio de sus trágicas consecuencias, de tanto llanto y dolor que hemos sufrido y que todos de alguna manera u otra hemos tenido pérdidas, pero es muy importante mirarla siempre como una ocasión de recuperar humanismo, de recuperar sensibilidad, de recuperar lo esencial del ser humano que es amar, Dios es amor y nosotros también hemos sido creados por Él para amar.»
«Como dijo el Papa, ‘Ojalá que después de esta pandemia no volvamos a lo mismo, sino que regresemos cambiados’.»
«Creo yo que la pandemia nos ha obligado a abrir nuestra puertas, es cierto, hicimos confinamiento, nos encerramos, pero en el encierro físico descubrimos la gran ventana, el portón que se abre para vivir la solidaridad y la caridad.»
El patrimonio principal de la humanidad es la vida
«Creo yo que la respuesta humana hoy tiene un nombre nuevo, que es una respuesta sinodal, es decir, debemos recordar que la pandemia nos ha puesto a caminar juntos.»
Mons. Rogelio dio la gracias a la UDEM por el trabajo realizado en favor de la vida humana y el arte sacro por medio de las cátedras que ofrece, exhorta a que se sigan realizando y que sigan cumpliendo con su trabajo de poner al ser humano en el centro, como desde sus inicios se ha realizado.
