El mes pasado habíamos comenzado a presentar una introducción a la historia de la parroquia de lo que hoy es Marín, N. L. Habíamos comentado ya de su erección como comunidad parroquial hace más de dos siglos al inicio del siglo XIX. Continuamos con esta breve introducción histórica con algunas notas del resto del siglo XIX
1807 ERECCIÓN DE LA VILLA
Al inicio del siglo XIX los vecinos consideraron que era conveniente solicitar la erección de una nueva villa que fuera independiente de la de Salinas. Así hicieron la solicitud que, no sin resistencia de la de Salinas, fue aceptada años después. Así el rey Carlos IV firmó la erección de la Villa de san Carlos el 16 de julio del año 1807. En la cédula real se menciona que ya se había consultado al obispo de Monterrey y que a él se había solicitado “les pusiese un Cura propio para libertarlos de las pensiones y falta de auxilios espirituales que experimentaban estando sujetos a la administración del Valle de Salinas” (Nuevo León, p. 153). ¿Por qué el rey habla de dotar de un cura, si ya lo había? (como ya lo señalamos el mes pasado). Eso pudiera explicarse por el desfase existente entre la documentación enviada y la respuesta del Rey que tomaba mucho tiempo. En el mismo documento se menciona que “había Capilla en la Hacienda de los Martínez [Marín] de que podía servirse por lo pronto respecto a estar surtida de los paramentos necesarios para el Culto Divino”.
No tenemos información de la parroquia desde el inicio del siglo XIX hasta las últimas décadas de esa centuria. Así continuamos con la información que tenemos ya casi en el ocaso del siglo:
1874 VISITA DEL SR. OBISPO VEREA
Comenzando este año, el día 21 de enero, el Sr. Verea, obispo de Linares, visitó la parroquia y en el registro de la santa visita se encuentra el siguiente comentario “encontró en buen estado el techo y paredes del templo más no el pavimento que está muy desigual e impropio”, además se señaló lo siguiente “los ornamentos escasos y en mal estado. Los altares sucios, desmantelados, empolvadas las imágenes”, a todo lo anterior se añade: “no hay bautisterio en esta parroquia, el cura procurará se haga cuanto antes”. Por último, quedó en el acta la siguiente anotación: “hay una regular y decente casa cural”.
1881 VISITA DEL SR. OBISPO MONTES DE OCA
El 7 de agosto el Sr. Montes de Oca visitó Marín y en el acta se señala: “el entarimado que se mandó poner en la última visita está ya terminado y el bautisterio casi concluido”. Pudiera ser que el entarimado mencionado hubiera sido el pavimento desigual mencionado en 1874. Además, quedó escrito: “Los altares, confesionario (…) están en orden”
y además la siguiente nota “Los ornamentos y vasos sagrados son suficientes”.
1890 VISITA DEL SR. OBISPO JACINTO LÓPEZ
Nueve años más tarde el señor Jacinto López estuvo en la parroquia “más de ocho días” y en los mismos tuvo oportunidad de comentar ampliamente el estado de la parroquia y de sus templos auxiliares. Por lo pronto seguimos con nuestra atención sólo en la sede parroquial.
Acerca del bautisterio comentó: “dicha pila es buena”, además señaló una deficiencia “mandó que se colocara además frente a ella un cuadro del bautismo de Nuestro Divino Salvador por no parecerle bastante la pintura hecha dentro de la portada o cubierta de la misma pila”. Esta nota es muy interesante.
Por una nota de prensa de 1974 (El Norte, 6 de octubre de 1974, sección E) y una fotografía que acompaña la nota, sabemos que Marín tuvo una cubierta para su pila bautismal muy similar a la que hasta el día de hoy está en Higueras, N. L. y que ya ha sido comentada previamente en esta serie de artículos. La última noticia que tenemos de esa cubierta es esa nota de hace casi medio siglo, no sabemos cuándo se prescindió de ella. Y es interesante que el decorado interior, al Sr. Jacinto, no le pareció suficiente. Otro aspecto muy interesante, y que podemos ver en la imagen que acompaña este artículo, es la iconografía del decorado interior de las puertas. Es una lástima que la hayamos perdido.
Pero al obispo no le parecieron correctos más asuntos. Al hablar acerca de los altares se señala: “Visitó los altares entre los cuales apenas merece ese nombre el mayor o principal, y respecto de ellos dispone S. S. Illma. que se hagan nuevos con excepción del dicho mayor”. Similar es el comentario acerca de las imágenes de la parroquia “son todas muy antiguas y que por su forma y vestidos, en lo general, no inspiran devoción (…) que se repongan aunque sea poco a poco”. En el mismo tono señala que la sacristía “presenta un aspecto triste”.
Del templo en general comenta que está “en un buen estado” y señaló el obispo: “ojalá que el párroco, secundado por sus feligreses, hiciesen un atrio”.
1894 NUEVA VISITA DEL MISMO OBISPO
El mismo Sr. López regresó a la parroquia pocos años después. Regresó, seguramente con la intención de constatar si habían sido atendidas todas sus recomendaciones…. Y seguramente salió de Marín más preocupado de lo que estaba a su llegada. Muchas de sus recomendaciones no habían sido atendidas o las cosas se encontraban peor que antes. Así, por ejemplo: (el obispo) “dijo que renovaba formalmente lo dispuesto en su anterior auto de visita acerca del sagrario, tanto más cuanto que no solo no lo ha encontrado con la nueva cerradura que se mandó que se le pusiera, sino también con el defecto de que el contramarco se halla tan suelto que, al abrirlo, se sale de su lugar con todo y puerta”. Y en el panorama sombrío antes descrito algunos pocos avances: “De allí pasó a visitar el bautisterio (…) y lo halló, lo mismo que en enero de 1890, excepto el pavimento que ha sido renovado recientemente”. Pobre señor cura párroco de Marín, no le fue nada bien…
Así concluía el siglo XIX para la parroquia de la Asunción de Marín. Continuaremos con el siglo XX el próximo mes.
Pbro. José Raúl Mena Seifert