Por Juan Pablo Vázquez Rodríguez
Monterrey, N.L. (www.pastoralsiglo21.org).- 15 de febrero del 2021
“𝑯𝒐𝒚 𝒕𝒆𝒏𝒆𝒎𝒐𝒔 𝒍𝒂 𝒎𝒊𝒔𝒊ó𝒏 𝒅𝒆 𝒓𝒆𝒂𝒗𝒊𝒗𝒂𝒓 𝒄𝒂𝒅𝒂 𝒄𝒐𝒎𝒖𝒏𝒊𝒅𝒂𝒅 𝒑𝒂𝒓𝒓𝒐𝒒𝒖𝒊𝒂𝒍”
La noche de este lunes 15 de febrero, con una temperatura que apenas alcanzaba 1 grado, y con la falta de luz en el templo parroquial, se llevó a cabo la Santa Misa de inicio del ministerio pastoral del padre Juan José Escamilla Gutiérrez, como párroco de la comunidad de la Santísima Trinidad en Apodaca. En la misma celebración se dio lectura del nombramiento que el Arzobispo le encomienda al padre Juan José como Vicario Pastoral de la Zona X.
Además en la misa, fue nombrado el padre José Antonio Zurita González, como Vicario parroquial de esta comunidad.
La Santa Misa fue presidida por Mons. Alfonso Miranda Guardiola, quien señaló durante la homilía cuál es el reto que tiene todo comunidad parroquial en este tiempo de pandemia.
“Un signo muy particular en esta noche es la falta de luz, y sin embargo dicen que después de una noche obscura la luz resplandece con más fuerza; ese es el deseo profundo que alberga nuestro corazón, que después de esta noche de pandemia la Iglesia pueda emerger, con más luz, con mucha potencia, con valentía en su palabra, en sus obras en sus acciones en su vida”.
“Tenemos la misión de avivar la esperanza, de hacer presente a Cristo en cada corazón, en cada persona que se encuentra herida, triste o deprimida, hacerle llegar la presencia del Señor que reaviva, que reanima, que resucita”.
Pᴀᴅʀᴇ Jᴜᴀɴ Jᴏsé ᴀɢʀᴀᴅᴇᴄᴇ ʏ sᴇ ᴘᴏɴᴇ ᴀʟ sᴇʀᴠɪᴄɪᴏ ᴅᴇ ʟᴀ ᴄᴏᴍᴜɴɪᴅᴀᴅ
Antes de terminar la Eucaristía, el padre Juan José dirigió un mensaje a todos los presentes y quienes siguieron la transmisión en las redes sociales.
“Quiero agradecerle a Dios esta nueva oportunidad que me da de servir, hace unos meses estuve internado, me tuvieron que intubar y se que mucha gente estuvo rezando por mí, agradezco mucho el cariño y la oración de todos”
“Quiero decirles a la comunidad de la Santísima Trinidad que hoy la primera lectura le dice Dios a Caín: <>, y quisiera ponerme a sus órdenes y a su disposición para ser su guardián y quisiera decirles que todos somos guardianes del hermano”.
“Gracias a Dios traemos cinco panes y dos pescados; no nos pidan seis panes, nada más traemos cinco. Tampoco nos pidan dos, tenemos cinco, y con esto quiero decirles que con el servicio que nosotros demos, podemos realizar el milagro de que Dios se haga presente entre nosotros”.
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