Estimadas hermanas, estimados hermanos, hemos invitado a las jornadas de oración para pedir por la paz en nuestro país y el cese de la violencia que circunda a todos nuestros pueblos y ciudades; cuánto bien nos hace orar juntos porque la oración nos permite tener una doble mirada, la oración nos pone frente a Dios, y nos pone frente a Cristo, pero también la oración nos pone frente a nosotros mismos, ese es el efecto sanador de la oración, nos permite mirar al cielo y también mirar a la tierra, contemplar a Dios, pero también mirar el drama humano.
Les invito a mirar a Cristo, lo miramos a Él que es la presencia misma de Dios en la humanidad. A Dios antes se le conocía por su Palabra, cuando Cristo viene al mundo se le conoce encarnado, por eso Él es la imagen del Dios invisible y queremos mirarlo como Él mismo se presentó, Él dijo yo soy el Buen Sembrador, yo soy el Buen Pastor, yo soy el Buen Samaritano. El Señor nos pide ser buenos samaritanos, es decir, nos pide cuidarnos y cuidar a nuestro hermano y es así como también la oración nos ayuda a mirarnos a nosotros mismos, porque ante la violencia y el sufrimiento ajeno hay dos posibilidades, o eres indiferente, pasas de largo, no te metes en el problema mientras no te toque, o asumes conscientemente la responsabilidad que cada uno tiene.
A nuestros gobernantes toca contener la violencia, a nosotros nos toca hacer un ambiente favorable a la paz y a la serenidad, debemos cuidar nuestras redes sociales que tanto daño pueden hacer, deben las redes sociales favorecer el afecto social, el afecto comunitario, pero muchas veces se convierte en un instrumento de odio y de rencor, por eso el que entra a las redes sociales tiene sólo dos alternativas, o es un lover o es un heiter, es decir o ama o también odia, no podemos vivir de ese modo y lo mismo en nuestras familias, si en el hogar se respira violencia en la calle hay violencia, si en el hogar se respira odio llega a la escuela, llega al lugar de trabajo y llega también a las iglesias.
Hermanas y hermanos, les invito a la oración, tiene que ser todos los días, pero en especial pidamos por nuestro país que está llegando a un punto insostenible de las cosas, debemos cambiar y también pedimos con respeto, siempre, a que quién están cuidando de nosotros, sepan contener la violencia y contener a aquellos que abusan del poder fáctico.
Nosotros hagamos lo mismo que hace Dios, lo que hace Cristo, Él es imagen del Dios invisible, Él es el buen Pastor, el Buen Sembrador, el Buen Samaritano.
Dios los bendiga.