Por Juan Pablo Vázquez Rodríguez
Monterrey, N.L. (www.pastoralsiglo21.org).- 15 de octubre 2019. El pasado domingo 13 de octubre se llevó a cabo la ordenación diaconal Abraham Galicia Ramírez en la parroquia de San Juan de los lagos en el municipio de Guadalupe.
Durante la Homilía Mons. Rogelio resaltó cual es la misión del nuevo diácono.
“El Señor te llama a compartir la eucaristía fuera del templo llevarla a los enfermos que sufren, a los pobres que tienen necesidad, a verlos como hermanos a sentirlos como parte tuya y parte de la iglesia, eres a partir de hoy imagen de Cristo diácono, de Cristo servidor, de Cristo amigo, y responsable de los pobres y de los enfermos, por eso la comunidad hoy agradece a Dios este regalo que recibes de parte del Señor, este regalo que trae para ti también responsabilidades y compromisos porque de tras de un regalo hay siempre una responsabilidad”.
“Hoy Abraham adquiere tres compromisos; primero rezar por el pueblo, a partir de hoy le obliga recitar la liturgia de las horas, lo que llamamos el breviario: laudes, vísperas y completas, orar por el pueblo es un deber que asumimos delante de Dios”.
“Pero también, una responsabilidad tuya muy personal, hoy me acaba de manifestar allá en la sacristía delante de algunos de los sacerdotes, es tú compromiso que vas a refrendar también delante de la comunidad de llevar una vida casta de vivir el celibato eclesiástico”.
“Y la tercera responsabilidad que adquiere Abraham, es velar por los más pobres de la parroquia: ten cuidado Abraham, que no te acapare el tiempo las cosas del altar, es cierto tienes que venir a misa, cuando el párroco te pida presidir la palabra de Dios hay que hacerlo pero nunca vas a olvidar y tener ese pendiente que debes de visitar y atender a los más pobres y a los enfermos”.
Finalmente añadió: “Pidan mucho por él, hoy vivir nuestra vocación es muy difícil lo es para ustedes los matrimonios, lo es para nosotros sacerdotes, los diáconos, los obispos, vivir plenamente entregados a Dios, tenemos que cumplir nuestra palabra, porque Dios quiere hombres y mujeres de palabra.”
