Brownsville, Texas (www.pastoralsiglo21.org) 30 de septiembre del 2018.- Si bien antes no existía la necesidad de atender pastoralmente a niños separados de sus padres y detenidos por la patrulla fronteriza, en la actualidad, la diócesis de esta ciudad se asegura que los pequeños reciban los sacramentos y sean atendidos pastoralmente.
Mons. Daniel Flores, Obispo de Brownsvile, dijo que las cosas empezaron a cambiar hace cuatro años cuando aumentó el número de infantes detenidos en la frontera, reportó Catholic News Agency.
“Nuestra ministerio penitenciario se convirtió en un ministerio de centro de detención”, agregó.
Son equipos de personas, laicos, sacerdotes o religiosos, que van a los centros y ofrecen catecismo, misas o confesiones, este proceso es continuo.
Los retos a los que se enfrentan son los cambios que hay en las políticas de los centros, cambian las reglas, pero ha habido buena cooperación con esas instituciones.
Luego de que los menores son liberados, la diócesis les da seguimiento, al contactar una institución de caridad en su destino para atender al menor cuando éste llegue.
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