Por Juan Pablo Vázquez Rodríguez
Monterrey, N.L. (www.pastoralsiglo21.org).- 12 de julio 2019. El pasado jueves por la noche, se llevó a cabo la Santa Misa en la que el padre Alfonso Rogelio Villarreal, inicia su ministerio pastoral en la Parroquia la Natividad del Señor en Cumbres.
El Arzobispo de Monterrey, presidió la Eucaristía en la que explicó tres palabras claves de la liturgia de la Palabra, “para animar al padre Rogelio y a esta comunidad para seguir en el camino de la fe”.
“Son tres palabras clave: <lloro a gritos>, nos dice el libro del Génesis, hablando de José. El Evangelio, tiene dos palabras claves también, <el camino> y <el reino de los cielos>. Tres cosas que quiero encomendarle aquí al nuevo párroco”, apuntó Mons. Rogelio.
“El primer deber de un pastor es oír el llanto del pueblo, que significa escuchar con atención lo que las personas quieren compartirnos, buscando un consuelo; eso lo harás en las entrevistas, en el sacramento de la confesión o en el momento que la gente te lo pida. Que importante es esta sensibilidad al dolor de la comunidad, está primera tarea, escuchar el llanto.”
“Lo Segundo: el camino. El Señor les dijo: <vayan y proclamen por el camino>, la iglesia, nos ha pedido el Papa Francisco, sea una Iglesia de puertas abiertas y en salida, no se refiere solo a los desplazamientos geográficos, se refiere a esa actitud de disponibilidad para el servicio. Un sacerdote tiene que estar disponible, siempre tratando de servir en aquellos que las personas nos piden, en camino, en un dinamismo interior y en un dinamismo apostólico. Por eso, en el nombramiento te decía, hay dos cosas que te encargo: empeño y creatividad”.
”La tercera, la parroquia no es una organización humana, aunque está conformada por seres humanos, la Iglesia tiene siempre un carácter divino, está parroquia es divina y es humana. Es humana porque la conformamos nosotros con todas nuestras limitaciones y defectos, pero al mismo tiempo es una comunidad divina, porque en ella habita Dios, está el Espíritu Santo, esto nos nos ayuda a los fieles y a los sacerdotes a mirar siempre a esta Iglesia siempre con esa comprensión de quien entiende este misterio, si uno piensa que es solamente una organización humana, va buscar solamente la eficiencia que se le pide a toda organización humana, pero aquí hay algo que nos rebasa, que va más allá de ustedes y un servidor, la Iglesia la Parroquia es un Don de Dios”.
“El párroco tendrá que hablarles, tendrá que animarlos a sus responsabilidades aquí en el mundo, en la sociedad, pero tiene también un deber, mostrar el rumbo más alto, el cielo, tiene que trascender, tiene que ayudarles a tener esperanza, esperanza en Dios”.
“Muchas gracias a los dos padres, a uno por lo que ha hecho y al otro porque viene dispuesto a trabajar con muchas ganas.
“Muchas gracias por venirnos a acompañar y nunca dejen de regresar por todos y desde luego por un servidor”.
#IglesiaDeMonterrey
Lic. En Comunicación y Desarrollo Organizacional Maestro en Métodos Alternos en Solución de Conflictos.