Nicaragua (www.pastoralsiglo21.org) 17 de julio del 2018.- Desde la mañana de hoy martes, policías y paramilitares ejecutan la denominada operación limpieza en el barrio indígena de Monimbó, en Masaya, ordenada por el presidente Ortega, que consiste en el ingreso de hombres armados para eliminar barricadas y tranques utilizando la violencia y haciendo detenciones ilegales, sin importar que se trate de parroquias e iglesias.
El Obispo Auxiliar, Mons. Silvio Báez comunicó a través de sus redes sociales: “¡Atacan Monimbó! Las balas están llegando hasta la parroquia María Magdalena, en donde está refugiado el sacerdote. ¡Que Daniel Ortega detenga la masacre! ¡A la gente de Monimbó les ruego, salven sus vidas!”.
Otro anuncio de Monseñor Báez fue: “¡Atacan Monimbó! Comisión de Verificación y Seguridad está solicitando ingreso y esperan respuesta. Solicitan corredor humano para los heridos y las ambulancias. ¡Balas llegan hasta la iglesia parroquial!”.
Las campanas de las iglesias sonaron al tiempo que ráfagas de armas de todo calibre se escucharon por todos lados de Masaya, dijeron testigos que llamaron a emisoras de Managua.
Entre mil 500 y 2 mil personas armadas, entre ellas militares, policías y fuerzas de choque leales al presidente, asedian la ciudad que se ha resistido a la dictadura.
La estrategia de Ortega es clara. Cualquier atisbo de resistencia debe ser eliminado antes del jueves, cuando se cumplirán 39 años del triunfo de la revolución sandinista. El aniversario coincide con el momento de mayor represión del régimen hacia la población, después de casi tres meses de protestas, que han dejado más de 300 muertos.
La Universidad Nacional de Managua y Masaya son los bastiones principales de resistencia ante el gobierno represivo de Ortega, por eso se ha enfocado en estos dos lugares, lo que ha dejado muertos y heridos.
El jefe de la Policía de Masaya, Ramón Avellán, advirtió el lunes que «limpiarían» la ciudad al costo que fuera. «La orden de nuestro presidente y de la vicepresidenta (Rosario Murillo, esposa de Ortega) es ir limpiando las calles. Y esa petición de la población de Monimbó, que es nuestro Monimbó, y nuestra Masaya, vamos a cumplirla. ¡Al costo que sea!», reportó el periódico El País.
La OEA ha pedido detener la represión. Las conferencias episcopales de otros países se han unido en apoyo y oración a la población nicaragüense.
La ciudad de Masaya se declaró en rebeldía desde que iniciaron en abril las protestas antigubernamentales que reclaman la salida del poder de Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo.
En estos momentos continúa el estado de tensión en el país. Sigamos orando por Nicaragua.