Monterrey, N.L. (www.pastoralsiglo21.org).- 09 de junio del 2021
La tarde del 9 de junio, se llevó a cabo una misa en acción de gracias por las bodas de plata episcopales de Mons. Rogelio Cabrera López, en la Catedral de Tacámbaro Michoacán, su primera diócesis como Obispo.
“Volver a los orígenes siempre será reconfortante y los sentimientos y emociones despertarán recuerdos que harán elevar una oración de agradecimiento a nuestro Padre Dios por lo que nos concedió a través de su persona”
Recordemos que el 30 de mayo de 1996, en la solemnidad de Cristo, sumo y eterno sacerdote, Don Rogelio Cabrera fue consagrado obispo en la diócesis de Tacámbaro, en dónde le dieron una cálida bienvenida:
“Fueron poco más de 5 años como pastor y guía en esta iglesia particular, pero su testimonio perdura en la historia de nuestra diócesis, y en el aprecio de quienes lo recordamos con afecto y cariño”.
El Arzobispo de Monterrey presidido esta santa eucaristía y ofreció un mensaje de agradecimiento al pueblo, a las hermanas religiosas y a sus hermanos sacerdotes y desde luego, a los obispos de Tacámbaro.
“Lo primero que tengo que decirles es ¡muchas gracias!”
“Por eso me da gusto celebrar con ustedes, sobre todo para decirles gracias. Yo no merezco ninguna celebración especial pero Cristo si la merece y hacia él quiero que volteemos a ver”.
“Me preguntaron cuál fue mi sentimiento más fuerte cuando llegué a Tacámbaro, y les dije, tenía mucho miedo, no miedo a ustedes, sino miedo a esta tarea y a esta responsabilidad; pero con los años he comprendido que el miedo se supera, primero dejándose a ayudar y segundo, le ayuda mucho el cariño de las personas, sentirse uno estimado, querido, solo así se superan los temores”
Al respecto del año jubilar, rumbo al centenario del Seminario de San José en Tacámbaro, Monseñor Rogelio compartió sobre las vocaciones:
“Tres condiciones para que haya vocaciones, la primera, la oración del pueblo; quiero pedirles que intensifiquen la oración por las vocaciones, al sacerdocio, a la vida religiosa y al matrimonio.
En segundo lugar, que todos hagamos lo mejor que podamos en dar un buen ejemplo, la ejemplaridad es también motivo de vocaciones.
Y en tercer lugar hay que promover y hay que animar, y sobre todo quiero pedirle a los párrocos que sean los primeros promotores vocacionales, sino intervienen ustedes en las parroquias”.
Antes de finalizar la misa, Mons. Gerardo Díaz, Obispo de Tacámbaro expresó un breve mensaje para Monseñor Rogelio:
“Me da mucho gusto que esté aquí, que se haya tomado este tiempo; sí esta Diócesis es de muchos aprendizajes pero también de mucha satisfacción”
“Que la presencia del espíritu lo guíe para que nos siga orientado con su ejemplo, con su palabra, Dios le dio ese don, un don grande, pues que nos siga guiando en nuestra Iglesia, en México y en las otras encomiendas que usted tiene ¡felicidades!”.
Coordinadora de Relaciones en Equipo Pastoral Siglo XXI Lic. Ciencias de la Comunicación.