
Por Juan Pablo Vázquez Rodríguez
Monterrey, N.L. (www.pastoralsiglo21.org).- 2 de septiembre 2019. Durante la Santa Misa del pasado domingo 1 de septiembre, en la que cientos de jóvenes se reunieron, posteriormente de la Marcha Juvenil Vocacional, Mons. Oscar Tamez les invitó a reflexionar en el sentido de su vida y el camino de su felicidad.
“¿Cómo se alcanza a ser un verdadero discípulo del maestros de maestros?”, cuestionó el Obispo Auxiliar, “con la humildad, y a la humildad podemos acceder, cuando somos capaces de escuchar a Jesús y partir de un elemento esencial; todos nosotros, todos sin distinción somos iguales, todos somos personas, todos somos iguales, porque todos somos hijos de Dios”.
“Solamente aquel que parte de esa realidad soy un hijo de Dios y el que ve que el otro es también es un hijo De Dios, sabe entonces detenerse, para poder compartir las virtudes, los talentos y las cualidades y las riquezas que Dios nos ha dado; y entonces podemos compartir con el que en alguna circunstancia no tiene esa riqueza”.
“Compartir e invitar una comida,compartir e invitar un talento que la riqueza de Dios nos ha regalado, solo es posible, de aquel que se reconoce como un hijo de Dios, y sabe que aquel que está a lado es igual precisamente a él”.

Lic. En Comunicación y Desarrollo Organizacional Maestro en Métodos Alternos en Solución de Conflictos.
