Monterrey, N.L. (www.pastoralsiglo21.org).- 26 de febrero del 2022
“𝐂𝐨𝐧𝐟𝐢𝐚𝐫, 𝐨𝐛𝐞𝐝𝐞𝐜𝐞𝐫 𝐲 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐫 𝐚𝐥𝐞𝐠𝐫𝐞𝐬”
La mañana de este sábado, con un clima de bajas temperaturas, pero un entorno alegre y cálido por los fieles, se llevó a cabo la Santa Misa de inicio de ministerio del padre Omar Alejandro Flores Soto, en la nueva
Misión Parroquial Todos los Santos en Zuazua NL.
Dentro de la celebración que fue presidida por el Arzobispo de Monterrey, Mons. Rogelio Cabrera López, se dio lectura al decreto de Erección de la Nueva Misión parroquial por parte del padre Adrián Villagrán, Vicario Episcopal de la Zona de la Zona XIV. Posteriormente, el padre Gabriel Altamira, decano de Marín, dio lectura al nombramiento como primer Rector de la comunidad al padre Omar Flores.
En la homilía, Mons. Rogelio centró su mensaje en las similitudes qué hay entre un discípulo y un niño, en base a la invitación de la liturgia del día de hoy “En verdad les digo que el que lo acepte el reino como un niño, no entrará en él”.
“Tres cosas para mí son importantes, en la vida de un niño, primero confía en sus papás, segundo obedece y tercero sabe jugar”.
“Tres cosas importantes promover siempre en la parroquia para ser una comunidad de discípulos y niños que aprenden de Jesús Nuestro Señor”, señaló nuestro Arzobispo.
“Primero aprender a confiar en Dios; la confianza es la primera señal de afecto y de amor. Yo confío en Dios, estoy seguro de que Él me ama, y esto lo comprendemos y vamos confiando en la medida qué oímos la Palabra del Señor. Escuchar la Palabra de Dios nos ayuda a crecer en la confianza, sentirse seguro y saber que Dios nos ama”.
“Pero también, obedecer es una virtud muy importante, el que obedece no se equivoca, el que obedece tiene futuro, el que no obedece se extravía, el que no obedece se pierde. La obediencia a la Ley de Dios, la obediencia a Dios mismo como Padre”.
“Por eso la oración principal de la comunidad cristiana es el Padre Nuestro; cuándo le decimos <<hágase tu voluntad>>, es decir, estamos dispuestos a obedecer. Un hijo rebelde, un hijo que no hace caso, un hijo que hace solamente lo que quiere, tarde que temprano se pierde y se equivoca. El que obedece ama, porque la Ley de Dios cuida de nosotros y protege nuestro corazón para que aprendamos a amar”.
“El aspecto lúdico de la vida, es siempre necesario, que sea esta una comunidad alegre, que sonría, que no pelea, qué trata siempre de seguir a Jesús”.
Finalmente, el Arzobispo añadió: “Si el padre Omar se propone hacer estará tres cosas, creo que le hará mucho bien a la comunidad, primero para él, pero también para ustedes”.
#IglesiaDeMonterrey
Lic. En Comunicación y Desarrollo Organizacional Maestro en Métodos Alternos en Solución de Conflictos.