La Conferencia del Episcopado de México (CEM) compartió este pasado domingo 3 de marzo un mensaje dirigido al pueblo mexicano con motivo del inicio de la campaña electoral de 2024. En él, expresan su anhelo de construir juntos, sobre los cimientos de la verdad y la justicia, un entorno propicio para llevar a cabo este importante proceso político en paz.
La Iglesia católica reafirma su convicción de que, en aras del bienestar de México, es primordial priorizar la democracia y el Estado de derecho. Asimismo, aspira a que esta contienda electoral sea un ejemplo de civilidad que esté a la altura de la cultura democrática que los mexicanos han cultivado y perfeccionado a lo largo de las últimas décadas mediante leyes e instituciones que regulan el proceso electoral.
El mensaje, difundido a través de la cuenta oficial de la CEM, refleja el compromiso y el amor de la Iglesia hacia el país. Los obispos hacen un llamado a todas las instituciones responsables de velar por la imparcialidad, la justicia, la ética y la competencia profesional en el desarrollo del proceso electoral, garantizando así su plena legalidad.
En este sentido, destacan la importancia de la actuación de organismos como el Instituto Nacional Electoral (INE), el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (FISEL).
En el mensaje se resalta la necesidad de que las autoridades encargadas de la seguridad ciudadana, así como las fuerzas del orden a nivel estatal y nacional (Sedena, Guardia Nacional y Semar), aseguren la protección y un ambiente de paz durante el proceso electoral, evitando cualquier tipo de violencia, agresión o atentado contra candidatos y políticos por motivos electorales.
Los obispos convocan a los fieles a una participación activa en un entorno de paz, respetando la diversidad y proyectando esperanza hacia el futuro, gracias al respeto al Estado de derecho y a la madurez democrática alcanzada.
Finalmente, hacen un llamado a todos los mexicanos a participar en las próximas elecciones, vigilando con atención todo el proceso electoral hasta la jornada del 2 de junio, fecha en la que, como verdaderos demócratas, se deberán reconocer los resultados sin parcialidades, privilegiando el bien común de México por encima de intereses partidistas y conductas egoístas.
