El Texto reconfigurado de Mateo 25, 31-46, llamado el juicio final, podría quedar de esta forma en estos tiempos de pandemia.
“Vengan, benditos y benditas de mi Padre;
hereden el Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo,
porque me dio Covid y me cuidaron,
me hospitalicé por el virus y ustedes,
aun sin los medios mínimos, me cuidaron y me trataron con ternura,
tuve miedo y me dieron esperanza y paz,
me confiné y nunca dejaron de llamarme,
estuve solo pero jamás me sentí abandonado,
Porque en mi aflicción me buscaron, me mandaron mensajes, rezaron por mi.
Cuando perdí un ser querido, ofrecieron una oración, o una misa por mi
Cuando tuve hambre, compartieron su comida, su despensa,
Cuando me quedé sin trabajo, me compartieron lo suyo y compraron lo que les vendía,
Vengan conmigo porque hablaron con mis familiares cuando estuve en el hospital,
porque tuvieron paciencia ante mis incertidumbres, miedos y angustias,
porque cuando más deprimido estaba, no se cansaron de escucharme y animarme,
porque por mi edad avanzada no podía salir, velaron por mi, y vinieron a verme,
Gracias doctores/as, enfermeras/os, docentes, amigos/as, familiares, vecinos/as, hijos/as, padres y madres, y desconocidos por su testimonio y su valor
Vengan, siéntense conmigo para festejar la vida y la salud de todos y de todas”.
Original de Alejandro Ortiz. Maestro en Teología y mundo contemporáneo por la Universidad Iberoamericana en Cd.Mx.
Texto levemente enriquecido por +Alfonso G. Miranda Guardiola