Aún recuerdo el momento en el que Dios respondió a mí súplica de encontrar un lugar en donde me sintiera muy feliz, combinando mi profesión con lo que más disfruto hacer que es servir a la Iglesia. No imaginaba las experiencias que viviría al formar parte de los que colaboramos en la Iglesia de Monterrey, volviéndose esta nuestra fuente de trabajo; dejándome en la mente y el corazón cientos de recuerdos que han fortalecido mi crecimiento cristiano y el conocimiento de las muchas obras que hace nuestra Madre la Iglesia y todos los que la conformamos.
Pastoral Siglo XXI llegó a mi vida cuando profesionalmente sentía que lo que hacía me estaba consumiendo, y a pesar de que fuese un lugar que económicamente me brindaba muchos beneficios, no era suficiente para la paz mental y espiritual que necesitaba, sinceramente hacía que poco a poco fuera siendo más humana y fría, como muchos puestos de trabajo te demandan y eso, me causaba miles de conflictos internos.
“De los engaños de la información maligna y de la manipulación de las conciencias. – “¡Sálvanos Señor!.” son palabras que desde aquel 27 de marzo del 2020 resuenan arduamente en mi mente y en mi corazón. Esa petición fue una de las muchas que se elevaron en aquella oración dirigida por el Papa Francisco, en uno de los momentos más épicos en la historia de la Iglesia, cuando recién iniciaba la pandemia, el Santo Padre ofreció a Dios a la humanidad entera y nos brindó la bendición Urbi et Orbi, justo cuando muchos nos encontrábamos en una época de incertidumbre y dolor.
Como comunicóloga consideraba que aquella petición era una gran responsabilidad de mis colegas que trabajan en medios de comunicación y que son fuente de información, pero principalmente debía empezar por mí, yo era la primera responsable de compartir la verdad, y la Verdad es Cristo (Juan 14,6). Aunque en esos momentos aún no colaboraba en el periódico Pastoral Siglo XXI, yo sabía que lo que compartiera en mis redes sociales, con mi familia y amigos, tenía que ser siempre real y verdadero, y también que debía prepararme más para poder desmentir las tan populares “fake news” que hoy en día manipulan tantas conciencias y que también se han convertido en parte importante de las corrientes sociales actuales.
Pero el Papa Francisco en su mensaje de la LV Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, nos compartía que no solo era responsabilidad de los medios de comunicación y de quienes colaboramos en ellos, sino que: “Todos somos responsables de la comunicación que hacemos, de las informaciones que damos, del control que juntos podemos ejercer sobre las noticias falsas, desenmascarándolas. Todos estamos llamados a ser testigos de la verdad: a ir, ver y compartir”.
Hoy me siento muy honrada de ser parte de la historia del Periódico diocesano de Monterrey y de colaborar en esta gran tarea que Jesús ha sembrado en mi corazón, así como lo ha hecho en la vida de cada uno de los que formamos este equipo, quienes estamos dispuestos de servir a la Iglesia con los dones que el Señor ha puesto en nosotros, cumpliendo el mandato que Jesús nos hizo a través de sus apóstoles “Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura” (Mc. 16,15).
Coordinadora de Relaciones en Equipo Pastoral Siglo XXI Lic. Ciencias de la Comunicación.