Pareciera que todo lo que causó la pandemia por Covid-19 no fuese suficiente para el mundo, continúan los hechos violentos, la inseguridad y la guerra, la ausencia de la fe, de la alegría y de Dios también ha dañado en gran parte a la Iglesia Universal.
El pasado 11 de marzo, la Parroquia Santa María Reina de la Paz fue la sede para que se llevará a cabo la cuarta edición del evento “La Noche de los Testigos”, en donde 3 sacerdotes extranjeros en un ambiente de oración, enmarcada con música y testimonios, compartieron la realidad de la Iglesia que sufre necesidad, persecución y violencia en sus países.
Este evento es organizado por Ayuda a la Iglesia Necesitada México (ACN), también conocida como Ayuda a la Iglesia que Sufre (AIS) la cual es una Fundación Pontificia que desde hace 70 años, tiene la misión de servir a la Iglesia Católica en su labor evangelizadora en todo el mundo, prioritariamente en las comunidades más necesitadas, discriminadas y perseguidas.
Padre Pénès Célestin, sacerdote de Haití, Padre Dimitro Kiyashko, sacerdote ucraniano del rito greco-católico y el Padre Dieudonne Rizinde, sacerdote de la República Democrática del Congo fueron los tres testigos que brindaron su testimonio y de manera muy especial solicitaron la oración de todos para pedir a Dios por sus diócesis y sus países, para que la paz y la tranquilidad vuelvan a reinar pronto; de manera especial enviaron un cálido saludo de agradecimiento a la Iglesia de Monterrey por su recibimiento y por el apoyo brindado a través de ACN, y de manera particular el Padre Célestin originario de Haití agradeció el refugio que se les ha dado a sus hermanos migrantes que han llegado a tierras regiomontanas.
Asimismo el Pbro. Anuar Canavati, párroco de la comunidad de Santa María Reina de la Paz en Monterrey, como anfitrión compartió para Pastoral Siglo XXI, el contraste de los sentimientos que experimentaron los fieles que estuvieron presentes, pero destacando el mensaje positivo y principal de esto: “La comunidad parroquial ha estado muy contenta al escuchar estos testimonios de fe, llenos de esperanza que nos motivan a seguir caminando en el tiempo de hoy en que la Iglesia necesita que salgamos a anunciar la esperanza de Cristo”.
En Referencia a esto, el Papa Francisco solicitó a los Obispos de todo el mundo a que en comunión con él y junto con la grey nos uniéramos en oración, en el marco de la Anunciación del Señor, para consagrar a Rusia y Ucrania, los países que hasta entonces siguen en guerra, al corazón inmaculado de la Virgen María.
Al respecto, el Arzobispo de Monterrey el 25 de marzo, en la Basílica de Guadalupe, hizo este acto de consagración en compañía de sus obispos auxiliares, de sacerdotes del clero de Monterrey y gran parte de la feligresía; por su parte Mons. Rogelio en el contexto de la Anunciación a María señaló: “Alégrate María, alégrate Iglesia, alégrate humanidad, porque la alegría es el mejor antídoto para la guerra y el conflicto”.
“Vivimos un momento de emergencia y en una emergencia acudimos al único que lo puede resolver, acudimos a Dios a través de María, de su corazón inmaculado, ella dijo «hágase en mí según tu Palabra», hágase en mí según tu voluntad”.
Sigamos orando por la paz en Haití, el Congo, Ucrania, Rusia, México y todo el mundo entero.
