“VITRALITIS”, “MURALITIS”, “MADERITIS” y otras enfermedades eclesiales
Las enfermedades llamadas “Vitralitis” y “Muralitis” suelen ser bastante comunes a la hora de “decorar” templos e iglesias. Ambas hacen referencia a que se colocan vitrales y murales aún cuando no son necesarios o a que se colocan en dónde no deberían, dado que en muchas ocasiones empobrecen los espacios y no los enriquecen.
La “muralitis” nace en mucho, en el ámbito eclesial, por la influencia que han tenido en el arte mexicano los murales nacidos como parte del proyecto cultural postrevolucionario que produjo obras excelsas en muchos edificios civiles, de ahí se pasó al ámbito eclesiástico: pintar murales aún y cuando no sea lo más aconsejable.
De un modo similar surge la “vitralitis” pero esta enfermedad si posee un origen más eclesial, nace de la tradición eclesial europea de colocar vitrales en las iglesiasgóticas lo cual es muy bueno, el problema comienza cuando se hace, a veces, sin razón y sin motivo.
Una variante de las anteriores pudiera ser la “maderitis” que es bastante común en nuestra cultural regional y que consiste en ponerle “madera” a las columnas, al presbiterio, al altar, etc. para que se vea “bonito”. Se remodela la iglesia poniéndole madera…
Grande culpa en estas enfermedades la tienen aquelloslaicos, con el perdón de ustedes, que nos aplauden a los clérigos todo lo que hagamos (o casi todo) y aunque los vitrales, los murales o la madera no sea algo estético, no faltarán muchas personas que lamentablemente nos animarán a que lo sigamos haciendo con las paredes o ventanas faltantes. Más aplausos.
Una característica que agrava lo referente a los murales o a los vitrales es la falta de contenido, la pobreza iconográfica con la cual se diseñan y realizan las obras en cuestión. Siglos y siglos de riqueza iconográfica y teológica se ignoran y los vitrales son pobres en diseño, en iconografía o en contenido.
Recuerdo aquel templo, muy, muy lejano, en el cual los vitrales, cada uno de ellos, representaban advocaciones marianas, y uno se quedaba con la sensación de que no hubo mucho pensamiento o reflexión teológica en ello y más por que el templo era, no un templo mariano, sino dedicado a un santo que sí, debió de haber sido mariano, pero no era para nada algo característico de su larga biografía.
Y esto lamentablemente se ha repetido aquí y allá.
Otra situación que se ha dado en la realización de los murales y de los vitrales es la elección de personas vivas para ser modelos de los santos, de la Virgen o del Señor… y en ocasiones la comunidad rechaza tales obras por la “cuestionable” vida cristiana de los retratados. En el barrio conocía muy bien a la señorita que en mural fue caracterizada cómo… y qué hacer… así es la vida de los barrios.
Esta reflexión no va encaminada a que seamos enemigos de los vitrales, murales o de la madera, pero todo debe de estudiarse detenidamente ¿Conviene hacerlo? ¿Dónde?, ¿nuestro templo lo aconseja? no es lo mismo un vitral más en un templo estilo colonial que vitrales estilo colonial en un templo moderno en su diseño.
Consultar a los encargados de DIBEAS (Dimensión de Bienes Eclesiásticos y Arte Sacro) siempre será conveniente, pero hacerlo antes de tomar una decisión y no sólo invitarlos a la bendición de lo ya hecho.
Revisa bien tu parroquia ¿tiene murales, vitrales, madera? ¿qué te parece a ti?