Monterrey, N.L. (www.pastoralsiglo21.org).- 25 de marzo del 2022
En torno a la solemnidad de la Anunciación del Señor, el Arzobispo de Monterrey presidió una santa misa en la que consagró a Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María desde la Basílica de Guadalupe en la colonia Independencia.
“Nos unimos a toda la Iglesia, y de modo especial al Papa Francisco en este acto de consagración al Corazón Inmaculado de María por Rusia y Ucrania, abatidos en la guerra” señaló Mons. Rogelio Cabrera al inicio de su mensaje al pueblo, en el cual compartió la importancia de llevar a cabo este suceso justo en la solemnidad de la Anunciación a María,, ella como claro ejemplo de la fe y la alegría elementos significativos para conseguir la paz en el mundo:
“Alégrate María, alégrate Iglesia, alégrate humanidad, la alegría es el mejor antídoto para la guerra y el conflicto”.
“En la medida que se pierde la fe aumenta la amargura y crecen los conflictos, donde no está Dios no hay esperanza, no hay futuro, no hay razón para amar”.
“Vivimos un momento de emergencia y en una emergencia acudimos al único que lo puede resolver, acudimos a Dios a través de María, de su corazón inmaculado, ella dijo «hágase en mí según tu Palabra» hágase en mi según tu voluntad”.
Asimismo Don Rogelio señaló : “Que Dios nos bendiga, que purifiquemos nuestro corazón y nuestra mente y evitemos todo mal, todo conflicto y cómo le dije que haya paz en nuestros hogares, en nuestras calles, en nuestras instituciones, donde quiera que estemos, que seamos todos constructores de la paz, y somos constructores de la paz en la medida en que ponemos a Dios en primer lugar. Si Dios es primero habrá siempre un lugar para el ser humano, cuando no hay lugar para Dios no hay lugar para el ser humano”.
Antes de finalizar la celebración y delante de la Virgen, el Arzobispo junto a los fieles y algunos sacerdotes que estuvieron presentes en la celebración, hicieron la oración de consagración a Santa María, misma que hizo el día de hoy el Sumo Pontífice desde la Basílica de San Pedro, en Roma.
“Madre de Dios y nuestra, nosotros solemnemente encomendamos y consagramos a tu Corazón inmaculado nuestras personas, la Iglesia y la humanidad entera, de manera especial Rusia y Ucrania. Acoge este acto nuestro que realizamos con confianza y amor, haz que cese la guerra, provee al mundo de paz” se leía en la oración.
Por ultimo, Don Rogelio agradeció la presencia de todos los fieles y sacerdotes que se unen a este gran acto de fraternidad por la humanidad, e invitó a seguir orando por la paz.
Coordinadora de Relaciones en Equipo Pastoral Siglo XXI Lic. Ciencias de la Comunicación.