«Dios comparte y se compadece».
El pasado sábado 11 de febrero, se llevó a cabo la celebración de la Santa Misa en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, con motivo de la Jornada Mundial del Enfermo. La Eucaristía fue presidida por Mons. Fray Cesar Garza Miranda, Obispo Auxiliar de Monterrey, quien en torno a las lecturas del día, resaltó que Dios siempre comparte y se compadece de su pueblo, e invitó a abrirnos a esta misericordia de Dios.
“Cuando a nosotros nos toca padecer la enfermedad, estamos completamente seguros que el Señor está con nosotros, nos acompaña porque Él sabe que lo necesitamos, esa es una buena noticia en medio de nuestro dolor, en medio de nuestro sufrimiento, de nuestra impotencia, la convicción hermosa que tenemos cuando estamos enfermos es que Dios está conmigo porque sabe que lo necesito.”
Por otra parte, Mons. Fray Cesar, invitó a todos aquellos que sientan que no encuentran a Dios, a encontrarlo en la visita a los enfermos.
“En este ir y encontrarnos con Dios, nosotros nos sentimos llamados a compadecernos y conmovernos, es decir, saber estar con el otro y compartir el sufrimiento y el dolor, pero también compartir lo que tenemos para ayudar a que el otro se sienta mejor”.
El Obispo Auxiliar de Monterrey, invito también a los enfermos darle un sentido a su dolor.
“A veces pensamos que porque estamos enfermos no podemos hacer nada, al contrario, es cuando más puedes hacer, dos cosas: la primera es vivir tu enfermedad con Dios a un lado, es decir, saber asimilar este momento difícil para mí de sufrimiento al lado del Señor, eso significa que, si yo lo vivo desde él, sabré guardar la paciencia necesaria. Lo segundo que podemos que el Señor nos enseñó es ofrecerle al Señor la enfermedad, Jesús nos enseñó que el sufrimiento puede tener un sentido… … ¿Cuál sentido le damos?, uno que en la Iglesia llamamos oblativo, nosotros ofrecemos nuestro sufrimiento, nuestra enfermedad, nuestro dolor por otros, así como lo hizo Jesús«.
Finalmente, añadió “En este día en espacial que pedimos al Señor por ustedes, por intercesión de Nuestra Señora de Lourdes, que a ustedes les conceda la gracia de vivir su sufrimiento, siempre atentos a esa presencia del Señor que está con ustedes y que a nosotros nos permita permanecer con un corazón compasivo mientras acompañamos o vemos a una persona en situación de enfermedad”.
Por Devany Valdes

Coordinadora de Relaciones en Equipo Pastoral Siglo XXI Lic. Ciencias de la Comunicación.
