China (www.pastoralsiglo21.org) 13 de septiembre del 2018.- La demolición de iglesias y templos que empezó formalmente en febrero fue solo el inicio, pues las políticas del gobierno han aumentado para suprimir las creencias y prácticas religiosas.
Ahora el gobierno procede a quemar biblias, prohibe que los niños asistan a servicios religiosos y ha forzado a los católicos a firmar un formato para renunciar a su fe.
Las nuevas regulaciones se han publicado el 10 de septiembre en el sitio de internet del gobierno, y determinan que la oración, servicios religiosos, o predicar por internet es ilegal.
Quienes deseen mantener un sitio de internet religioso deben obtener una licencia del gobierno que certifique que el contenido es políticamente acceptable.
La evangelización online está prohibida estrictamente y material para convertir a lectores. Los recursos catequéticos no pueden ser publicados y deben ser restringidos a redes internas que se accesan con nombres de usuario y claves de acceso.
Estas restricciones son parte de la política de sianización en la que se busca que la identidad nacional y el comunismo predominen sobre la religión.
Iglesias cerradas, retiro y destrucción de cruces de personas y familias, de parroquias en forma violenta también son parte del proceso.
Oremos por la Iglesia sufriente de China y por los cristianos perseguidos en todo el mundo.