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“EL PADRE JAVIER FUE UN INTERCESOR QUE VIO, ESCUCHÓ Y SE ACERCÓ AL PUEBLO”

Monterrey, N.L. (www.pastoralsiglo21.org).- 21 de marzo del 2022

Mɪsᴀ ᴅᴇ ᴄᴜᴇʀᴘᴏ ᴘʀᴇsᴇɴᴛᴇ ᴅᴇʟ ᴘᴀᴅʀᴇ Jᴀᴠɪᴇʀ Hᴇʀɴáɴᴅᴇᴢ Nᴀᴠᴀʀʀᴇᴛᴇ

Familiares, fieles y amigos del padre Javier Hernández Navarrete, se reunieron este domingo en la Basílica del Roble en Monterrey, para despedir al querido sacerdote de la Arquidiócesis de Monterrey, quien fue llamado a la presencia de Dios el pasado viernes por la noche.

La Santa Misa fue presidida por Mons. Heriberto Cavazos, Obispo Auxiliar de Monterrey, quien recordó al padre Javier Navarrete, como un intercesor que vio, escuchó y se acercó al pueblo de Dios.

“He venido para salvarlos, he visto he oído, conozco y me he acercado a mi pueblo, esa es la misión de todos los hijos e hijas de Dios, si eso es lo que hace el Señor Jesús como Buen Samaritano, también nosotros hemos de hacerlo y como les decía seguramente, el padre Javier Navarrete supo acercarse y supo liberar a tanta gente, ustedes son testigos de esto, de esa vocación que recibió en su pueblo a través del testimonio seguramente de su papá y de su mamá, de sus hermanos, de sacerdotes, y luego ya cuando vino acá con nosotros al Seminario de Monterrey y después toda esa misión que él realizó en diversas comunidades”.

Mons. Heriberto, se refirió finalmente a algunos de los signos en el féretro del padre Javier.

“Me llama la atención ahorita también que ordinariamente en un féretro o en una urna de cenizas hay un ramo de flores o una corona y aquí como corona está la Palabra de Dios, sí la Palabra de Dios que el padre Javier predicó y su ornamento, la casulla, qué es como una casa que nos cubre y representa a Dios que viene a cubrirnos a estar con nosotros, eso significa esta vestimenta que ahorita está aquí con el padre Javier”.

Finalmente, nuestro Obispo Auxiliar, agradeció a Dios por la vocación del padre Hernández Navarrete.

“Esa es la misión que tenemos, es la misión que él tuvo queridos hermanos y por eso le damos gracias al Señor de todo corazón, lo encomendamos a nuestra Santísima Madre del Roble, para que ella lo reciba y para que el padre Javier siga siendo un intercesor de todos nosotros, eso le pedimos a nuestra madre María Santísima y también lo encomendamos al señor San José, el protector de Jesús».

“Que el alma de nuestro hermano apreciado el padre Javier descanse en paz”.

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Lic. En Comunicación y Desarrollo Organizacional Maestro en Métodos Alternos en Solución de Conflictos.

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