Monterrey, N.L. (www.pastoralsiglo21.org).- 23 de mayo del 2021
El Paráclito es el Consolador”, explicó el Santo Padre en la misa de Pentecostés. Todos nosotros – dijo – especialmente en los momentos difíciles como el que estamos atravesando debido a la pandemia, buscamos consolaciones. Pero frecuentemente recurrimos sólo a las consolaciones terrenas, que desaparecen pronto, son consolaciones del momento. Jesús, en cambio, “nos ofrece hoy la consolación del cielo, el Espíritu, la «fuente del mayor consuelo».
“La diferencia con las consolaciones de este mundo, es que estas últimas son como los analgésicos: “dan un alivio momentáneo, pero no curan el mal profundo que llevamos dentro”; “evaden, distraen, pero no curan de raíz”; “calman superficialmente, en el ámbito de los sentidos y difícilmente en del corazón”. Esto porque “sólo quien nos hace sentir amados tal y como somos da paz al corazón”.
“El Espíritu Santo, “ternura misma de Dios, que no nos deja solos”, dijo el Santo Padre, actúa así: «entra hasta el fondo del alma», pues como Espíritu obra en nuestro espíritu. Visita lo más íntimo del corazón como «dulce huésped del alma»”.
“Hermana, hermano, si adviertes la oscuridad de la soledad, si llevas dentro un peso que sofoca la esperanza, si tienes en el corazón una herida que quema, si no encuentras una salida, ábrete al Espíritu Santo.”
Lic. En Comunicación y Desarrollo Organizacional Maestro en Métodos Alternos en Solución de Conflictos.