El Papa Francisco firmó una carta dirigida a los muy queridos esposos y esposas de todo el mundo con ocasión del Año “Familia Amoris laetitia”, en San Juan de Letrán el pasado 26 de diciembre, en el marco de la Sagrada Familia.
Con este texto, el Santo Padre envía un mensaje de ánimo a los matrimonios para externarles su “afecto y cercanía en este tiempo tan especial que estamos viviendo” recordando que los tiene presentes en sus oraciones, e invita a seguir caminando con la fuerza de la fe cristiana y el apoyo fiel de San José y de Santa María.
Francisco destaca a que “como Abrahán, cada uno de los esposos sale de su tierra desde el momento en que, sintiendo la llamada al amor conyugal, decide entregarse al otro sin reservas. Así, ya el noviazgo implica salir de la propia tierra, porque supone transitar juntos el camino que conduce al matrimonio”.
Asimismo, el Pontífice recuerda la importancia de que como padres sean testimonio del amor fuerte y confiable “el amor de Cristo vivo” logrando ¡que testimonian con su vida concreta que el amor para siempre es posible!” sin olvidar que “El primer ámbito de la educación sigue siendo la familia, en los pequeños gestos que son más elocuentes que las palabras. Educar es ante todo acompañar los procesos de crecimiento, es estar presentes de muchas maneras, de tal modo que los hijos puedan contar con sus padres en todo momento”.
La Carta está dirigida también a los futuros matrimonios y a los abuelos y abuelas que también se vieron afectados por esta pandemia y ante las dificultades les invita a todos a que “no dejen que un semblante triste transforme sus rostros. Su cónyuge necesita de su sonrisa. Sus hijos necesitan de sus miradas que los alienten. Los pastores y las otras familias necesitan de su presencia y alegría: ¡la alegría que viene del Señor!”.
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