Monterrey, N. L. (www.pastoralsiglo21.org) 25 de diciembre del 2018.- Durante la homilía de Navidad, Mons. Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey, dijo que la Palabra de Dios remarca tres cosas importantes: Cristo es luz, alegría y paz y eso se convierte en tarea para todos, ser luz para los demás, dar alegría y ser motivo de paz.
“Cristo es nuestra luz, es decir, vino a iluminar a la humanidad mostrándonos el verdadero rostro de Dios, el Dios que ama, el Dios que perdona, el Dios que salva, no solo esa idea, esa imagen de un Dios que castiga, que persigue el hombre, que lo que uno lo único que quisiera es tenerlo sometido. No es asi. Cristo nos ha revelado el rostro verdadero de Dios que ama y da la vida porque ama. Ahí resplandece toda la luz”, expresó.
Cristo también es alegría, porque fue lo que escucharon de boca de los ángeles los pastores: “les traemos una noticia que les traerá una gran alegría”.
“Debe estar alegre el pecador porque Dios le perdona, debe estar alegre el justo porque Dios le regala su amor. No hay motivo para no estar alegre”.
Pero también Cristo es nuestra paz, “a mí me impresiona bellamente cómo esta noche incluso los países que están en guerra deponen las armas, porque Cristo es la paz. Quien lo ve a Él supera el conflicto, reprime el odio, tiene ganas de amar y de servir. Cristo es nuestra luz, es nuestra alegría, es nuestra paz”, mencionó.
Finalmente dijo que estos tres atributos del Señor comprometen a todos a ser luz e iluminar el mundo con buenas obras, no causar tristeza a nadie y ser promotores de paz.
“Vamos a pedir para que no haya guerra, odio, para que los criminales se detengan, que no se produzcan conflictos en nuestras familias y en nuestra sociedad.