EN LA ALEGRÍA DEL RESUCITADO

¡Hola! Soy la Hna. Adriana Pérez C. FN, y en esta ocasión voy a compartir un poco sobre Mi comunidad Fuego Nuevo. 

Somos una comunidad fundada en Monterrey N.L, por el R.P. Pedro Garza Puente FN. Es una comunidad con dos ramas, Femenil y Varonil, nuestro estilo de vida es fraterno, vivimos bajo el espíritu de familia, compartiendo lo que somos y tenemos. Nuestra espiritualidad es Cristocéntrica y Mariana; tenemos como santos patronos a San Francisco de Asís y San Juan Bosco, y en cuanto a la misión se dirige a la evangelización de jóvenes, adolescentes y niños en línea de prevención.

El carisma de nuestra comunidad es la configuración con Cristo Resucitado, hablamos de un Cristo Vivo; de un Cristo que ha vencido a la muerte, que se ha puesto de pie sobre ella, y que a nosotros nos invita a vivir en esta alegría constante, que no significa que no habrá dificultades, sino que nos hace recordar que no hay resurrección sin cruz, y que para llegar a la alegría de esta vivencia es necesario asumir las dificultades de la vida, que en medio de todo aquello que quizás no comprendemos Cristo Resucitado se hace presente para decirnos “La paz esté con ustedes” (Cfr. Lc. 24,36) y es ese mismo Cristo resucitado quien nos llama por nuestro nombre para un seguimiento constante.

Y así es como Dios me ha invitado a ser parte de esta hermosa comunidad, en la cual cada día me muestra la novedad de la vida, de la alegría aun en medio de las dificultades que la misma vocación y la vida presentan. Él simplemente me dice: “toma tu cruz y sígueme” (Cfr. Mt. 16,24) ve a Galilea allí me verás, y es esa Galilea de la vida ordinaria, ahí donde están mis hermanos, mi familia, ahí es donde estoy invitada a llevar la presencia de un Cristo vivo.

Vivir en la alegría del Resucitado, es vivir en un desprendimiento constante, en un servicio con y por amor, Fuego Nuevo es vivir en la novedad, todo es nuevo, es buscar vivenciar de manera intensa las experiencias que el mismo Dios nos va regalando cada día.

Fuego Nuevo es alegrarte con la presencia de cada hermana y hermano, es vivir la vida y vocación de una manera creativa, descubriendo el Rostro de Dios en cada hermano y hermana, es dejar que la vida y la alegría del Resucitado se apodere de la propia vida, es dejarnos abrazar y transformar por ese Dios que nos ama y nos ha llamado. 

Esta es parte de una gran experiencia que el Señor me ha regalado. Me encomiendo a sus oraciones y cuenten con las nuestras.

Que la alegría de Cristo Resucitado les conceda la Paz.