Por Juan Pablo Vázquez Rodríguez
Monterrey, N.L. (www.pastoralsiglo21.org).- 23 de abril del 2021
El nuncio apostólico Franco Coppola ofició la Santa Misa por la Paz en Aguililla, Michoacán, que se considera como epicentro de la lucha entre cárteles de la droga.
La Eucaristía se llevo a cabo en la cancha de la escuela primaria Josefa Ortiz de Domínguez, donde decenas de pobladores asistieron vestidos de blanco y con globos.
En su homilía señalo:
“Yo vine a Aguililla porque me parecía que era como subir al Gólgota, al lugar donde Jesús fue crucificado. Fue matado injustamente por razones de poder, por gente envidiosa”.
“Vine a Aguililla –enfatizó- porque, actualmente, Aguililla está al pie de la cruz, pero al pie de la cruz Jesús no estaba solo, había uno de sus discípulos, Juan, y estaba su Madre”.
“La Iglesia, o por lo menos yo, no he venido a desafiar a nadie ni a regañar a nadie”, exclamó en conferencia de prensa posterior a la misa que ofició en la cabecera municipal.
“Mi visita no sirve para desafiar ni para regañar a nadie, vine solo a hacer sentir a esta población que la Iglesia está cerca, está presente, está ahí no están solos ni serán abandonados”,
“Es muy importante que la gente sepa y vea, que todo México sepa y vea lo que está pasando. Testimonien lo que pasa. Los malos se aprovechan del silencio. La primera cosa que piden (los criminales) es que nadie denuncie, que todos se callen”.
“Nosotros, la Iglesia, no podemos meternos en guerra, pero podemos socorrer a los heridos, a la gente. Mi visita quiere hacer sentir a esta gente que la Iglesia está cerca, que no están solos ni serán abandonados… La iglesia debe estar al lado de su pueblo, no huir”.

Coordinadora de Relaciones en Equipo Pastoral Siglo XXI Lic. Ciencias de la Comunicación.
