Monterrey, N.L. (www.pastoralsiglo21.org).- 02 de noviembre del 2021
Este 2 de noviembre, día en que la Iglesia celebra a todos los fieles difuntos, el Arzobispo de Monterrey, presidió la Eucaristía en el Panteón del Roble, donde descansan los restos de muchos sacerdotes que han servido en nuestra Arquidiócesis.
En su mensaje Monseñor Rogelio se refirió a esta realidad que vivimos en torno a esta celebración: “Tenemos el pan y el vino, el pan del dolor y el vino de la alegría, Cristo mismo es dolor y alegría. Además, invitó a “ver las dos partes, se enriquecen una con otra en la misa”.
“Hay platillos suculentos y deliciosos, por eso la tradición del Altar de Muertos le ponemos a nuestros seres queridos el alimento que más le gustaba. Por eso le pedimos al Señor, creer en la vida eterna”, apuntó.
Mons. Cabrera, resaltó este día, como un “día de cariño y de memoria”. En el que “venimos a recordar a todos los difuntos que nadie se acuerda, pedimos por ellos, también por los que se acaban de ir”.
Finalmente, añadió: “Agradezco la oración por un servidor, pedimos unos por otros en tener fe, en Cristo, en la vida eterna».
Nuestro pastor, también acudió esta mañana a las criptas de la Catedral, donde se encuentran los restos mortales de los Obispos que le antecedieron en el servicio episcopal, por los cuales ofreció oraciones por su descanso eterno.
Con información de Raymundo Sánchez.
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Lic. En Comunicación y Desarrollo Organizacional Maestro en Métodos Alternos en Solución de Conflictos.