“Valorando mi fortaleza» fue el tema de mi conferencia con el que me tocó participar recientemente en la celebración del 10 Aniversario de Cadena de Ayuda del Hospital General de Zona #67 del IMSS, grupo que reúne pacientes con cáncer de mama, coordinado por la licenciada Deyanira Jiménez de Trabajo Social.
Cómo respuesta a la pregunta de ¿sabes reconocer tus fortalezas y debilidades después de una crisis?, las asistentes presencial o virtualmente a través de trasmisión en vivo, destacaron el aprendizaje que han obtenido después de un proceso de duelo que de forma individual han llevado a partir del diagnóstico.
Las participantes de Cadena de Ayuda y Fuerza Rosa, destacaron cómo en el Coaching que me ha tocado darles en esta década, invitada por la TS Deya, cómo de cariño la identificamos, lo importante que es el trabajo multidisciplinario, equipo de salud física y mental, familiar, espiritual y social .
Con la inquietud que las caracteriza, preguntaron sobre qué es una fortaleza a lo que se resume que es un conjunto de habilidades, características o aspectos de tipo psicológico y actitudinal, así como virtudes o ventajas adaptativas. Asimismo, agregué que es la capacidad que puede adquirirse a través de la voluntad y los rasgos positivos de la personalidad que cada quien posee de forma individual.
Conocimiento, creatividad, amor por aprender, coraje, persistencia, humanidad, amabilidad, inteligencia y trabajo en equipo, son puntos a destacar que han desarrollado después de vivir y sentir muchas emociones y sentimientos después de escuchar el diagnóstico y vivir síntomas por el Cáncer.
Lugares como el hospital 67 y Casa Rosa de Apodaca, son sedes de reunión constante por parte de numerosas mujeres para obtener acompañamiento de salud emocional y ocupacional, lo que ha estrechado los lazos y unión entre las mismas, bajo la tutela de Deya.
Al evento acudió el Padre Raymundo Chávez Rivero de Misión Parroquial Nuestra Señora de Guadalupe de Agua Fría, quien bendijo las instalaciones de quimioterapia; las presentes recibieron agua bendita y una estampa de su tocayo el venerable Padre Raymundo Jardón, a quien confiamos interceda por todas y todos los que padecen de Cáncer.
Posteriormente compartimos un encuentro lleno de amor, esperanza, preocupación y pastel, así como la felicitación por su debut teatral en un ejercicio al final de la conferencia que arrancó muchas carcajadas; el tema ya no fue cáncer, sino la ESCASEZ DE AGUA, demostrando que cualquier cosa se puede superar con el apoyo, médico, familiar, espiritual emocional y voluntad rosa.
