La tarde de este martes 26 de julio, el Arzobispo de Monterrey presidió la santa misa del segundo día del triduo ofrecido por el eterno descanso de Mons. José Guadalupe Galván Galindo, Obispo Emérito de Torreón y originario del clero de Monterrey.
En torno a la solemnidad de San Joaquín y de Santa Ana, Mons. Rogelio Cabrera López encomendó al Señor dos intenciones en la celebración eucarística del día de hoy en la Basílica de Guadalupe: todas y todos los abuelitos del mundo y de manera especial el eterno descanso de Mons. José Guadalupe “Lupito”:
“Pedimos por él, un buen amigo, un buen compañero y en esta parroquia un buen párroco, y dónde estuvo en Valles y en Torreón siempre un buen Obispo; que sea una oración agradecida y como dije al principio hoy lo encomendamos a Cristo y a nuestra Madre la Virgen María”.
Mons. José Guadalupe, es originario de Cadereyta Jimenez, Nuevo León. A los 13 años de edad ingresó al seminario Arquidiocesano de Monterrey y en el año de 1965 fue ordenado sacerdote. Fue Obispo de Torreón durante 28 años y en 2016, solicitó su renuncia al Papa Francisco, para convertirse en obispo Emérito de dicha ciudad, a la cual le ha tenido muchísimo amor y cariño; fue llamado a la casa del Padre el pasado 7 de julio a los 81 años de edad.
Nos unimos en oración por el eterno descanso de Mons. Lupito.
Coordinadora de Relaciones en Equipo Pastoral Siglo XXI Lic. Ciencias de la Comunicación.
