𝐒𝐚𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐨́𝐥𝐞𝐨𝐬: 𝐚𝐦𝐨𝐫, 𝐮𝐧𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐲 𝐦𝐢𝐬𝐢𝐨́𝐧‧
“Esta Eucaristía es como un Pregón Pascual, es decir, es como una llamada a la alegría, ese es el pregón: ¡Alégrense todos!”, este llamado a la alegría, fue la primera invitación que realizó el Arzobispo de Monterrey, este miércoles, en la Misa Crismal, añadiendo que: “Tenemos como signo de alegría los santos óleos, el aceite que nos unge y nos envía, el aceite de los profetas, de los sacerdotes y los reyes”.
“Somos reyes, pero al estilo de Jesús, reyes que aman, reyes que no dominan, reyes que comparten el amor, eso significan estos santos óleos, eso significan estos santos óleos, los óleos de la libertad”, añadió.
“Hoy proclamamos con alegría que somos libres, que a eso vino Jesús, hacer de la humanidad y hacer cada uno de nosotros, hombres y mujeres libres, eso es lo que el Señor dijo en la sinagoga de Nazaret, haciendo suyas las palabras del profeta Isaías, el Espíritu Santo está sobre mi, porque me ha ungido y me ha enviado”.
“Ese es el pueblo sacerdotal: amor, unción, misión. Primero el Espíritu Santo nos dice que Dios nos ama, y que ese amor se manifiesta en la unción y en la misión”.
“Puedo decir que el Señor nos ha llamado a ser Cristo, a ser libres, nos ha llamado a ser su pueblo, en los tres aceites tenemos la indicación de que libertad quiere el Señor para nosotros, lo dijo el profeta y así lo afirmó Jesús: para que los hombres escuchen la Buena Nueva, para que los hombres sepan que Dios les ama y que Dios los llama a la libertad”.
Finalmente, añadió: “El Señor nos envía a proclamar el Evangelio, es decir, a comunicarle a cada persona que Dios le ama, que Dios está en paz con él, que Dios le hace libre».
Por Debany Valdés

Coordinadora de Relaciones en Equipo Pastoral Siglo XXI Lic. Ciencias de la Comunicación.
